Aarhus otra vez

Foto: La tropa italiana de Horsens al completo

Sábado, 6 de agosto de 2005

Al final decidimos que algo que había que hacer, y quedarse en Horsens no era la mejor opción. Así que cogimos el tren y fuimos a Aarhus.
Aunque ya habíamos visitado el museo de arte moderno, quedaban cosas por ver, como por ejemplo el ayuntamiento, que es una obra muy famosa de Jacobsen según tengo entendido.

Después vimos la catedral, que es la mayor de Dinamarca y por dentro está toda pintada de blanco porque cuando apareció el protestantismo tuvieron que hacerla parecer más escueta, sin embargo algunas pinturas están destapadas y generan una curiosa imagen, como si la iglesia tuviese tatuajes.

Para comer fuimos a una terraza y fue fácil comprobar que 12 euros se van volando en una cerveza y un bocadillo (grande). Comer fuera sale muy caro.
El tiempo era variable pero quedó una bonita tarde y la pasamos en un banco al sol viendo como los daneses aprendían a bailar swing. Por supuesto nos quedamos dormidos, pero era lo que necesitábamos.

Llegó la tarde y los italianos amigos de mis italianos pero que están en Aarhus nos invitaron a una fiesta italo-española en la cocina de una residencia. Pizza y sangría para todos. Lo pasamos muy bien conociendo a mucha gente. Por fin hablé con un danés, pero en español. Me dio la sensación de estar hablando con un bloque de hielo (y eso que no era un danés cualquiera, éste había pasado 3 años en España!).

Hacia las 2 o así marchamos en coche a Horsens que el día siguiente era largo: excursión a Skagen!