El domingo fue otro de estos domingos entretenidos con un montón de nuevas cosas que experimentar. Comenzamos el día parando en la Bagsværd Kirke. Un edificio muy especial. Luego comencé mi internada en el bádminton con un entrenador muy profesional. Super Philip es un gran jugador y me enseñó algunos pasos básicos. Descubrí que el bádminton es realmente rápido y se basa todo en smash. Muy distinto a mí añorado tenis. Qué pena no poder jugar por aquí!
Luego, siguiendo la tradición volvimos a comer en la uni un poco de comida basura.
Para terminar el día, jugué el último partido del año:
- Empate con penalti a favor en el último segundo. Nuestro querido capitán falló
- Cerveza de navidad a manos de otro entrenador que venía oliendo bien a vino
- No aporté nada a mi equipo. Estaba muerto de tanto bádminton…
- Algunos jugadores intentan aprender mi nombre, pero deciden que es más fácil llamarme Jjjj