No había nadie cuando llegamos a nuestro rincón favorito de la DTU para tomarnos el lunch. Así que panchamente saqué mis calcetines apestosos de la mochila y los puse a secar en un radiador. Luego Philip y yo nos pusimos a cocinar y cuando volvimos a las mesas resulta que un chico se había sentado en la silla más próxima al calcetín...Total que estuvimos media hora esperando a que marchase para poder recoger los calcetines. Al final tuve mi recompensa...
Si os fijais en mi pierna derecha, a la derecha se ve algo blanco, allí estaban
lunes, noviembre 28, 2005
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