lunes, septiembre 05, 2005

Lousiana

Sábado, 3 de septiembre de 2005

Qué duro es levantarse pronto después de la gran fiesta de ayer. Pero había quedado con Philip para ir a  Copenhague a ver la exposición que había sobre Mattisse en Lousiana, el museo de arte moderno de la ciudad.
Philip me vino a buscar en bici y por el camino fuimos buscando la sudadera que había perdido. Yo no llevaba lentillas, así que confiaba plenamente en sus ojos. De repente, vi una mancha verde en la acera de enfrente, así que pregunté a Philip si se trataba de mi sudadera. El me dijo, nooo, es un bolsa. Pero luego reaccionó y se dio cuenta de que se trataba de mi sudadera completamente atropellada. Sólo hace falta ver las fotos…
Cogimos el tren y nos encontramos con Ellen, la chica noruega, y fuimos a Lousiana, que resultaba estar a las afueras. Me encantó. Ellen nos contó que los arquitectos que lo diseñaron estuvieron meses y meses estudiando el terreno y buscando la forma de que el edificio no destacara y se integrase lo más posible al entorno. Creo que lo consiguieron bastante bien, porque el museo es una especie de pasillo de madera con muchos cristales que recorre un paisaje impresionante al lado del mar. La exposición de Mattisse estuvo bien, aunque tampoco tengo demasiadas nociones de arte. Lo que más me gustó fue una exposición de arquitectura sobre toda la obra de Jean Novel, una auténtica maravilla. Había una sala entera con las paredes pintadas con cómics de proyectos. Creo que eso fue lo que más me gustó. Después estuvimos  tomando el sol en un prao mágico hasta que a las 5 nos echaron porque el museo cerraba. El siguiente plan era ir a la fiesta de Tatsu, pero estábamos demasiado cansado como para ir tan pronto así que estuvimos descansando en el apartamento de Ellen y luego quedamos con Pietro para ir a la fiesta. La fiesta no resultó gran cosa porque estaba todo el mundo cansadísimo, pero aún así lo pasé bien hablando con Tatsu, sus modales nipones nunca descansan y siempre son sorprendentes.

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