Viernes, 9 de diciembre de 2005
Y vino Franz. Por la tarde estuvimos paseando por la ciudad preparándonos para el concierto. A las 8 empezaba así que fuimos un poco antes y nos pusimos a la cola. Los teloneros fueron malísimos y el polideportivo estaba lleno de quinceañeros con ganas de saltar.
El concierto fue de calidad, con mucho carácter. Guillo y yo estábamos muertos tras dos canciones. Empezamos al fondo y la marea incontrolable nos tragó y acabamos en la primera fila entre daneses sin camiseta sudorosos (había hasta una chica en sujetador, del calor que hacía)
Luego la noche prometía, porque íbamos a quedar con Pietro y compañía y con Fede y compañía, pero al final unos no aparecieron y los otros estábamos muy cansados así que decidimos irnos pronto y madrugar un poco para aprovechar el sábado antes de irnos hacia el norte.
miércoles, diciembre 14, 2005
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