sábado, agosto 20, 2005

Playa y fiesta en otra resi

Viernes, 19 de agosto de 2005

Levantarse otra vez a las 7 después de la fiesta de ayer duele, pero que le vamos a hacer. La verdad es que esto de dormir poco es hasta normal. Comimos un poco de pasta para coger y fuerzas y prepararnos para ir a otra playa mejor. Sigo dando la nota con mi cojera, aunque hoy tome un gelocatil y no es para tanto. A eso de las 3 y algo llegamos a la playa. Esta si que estaba bien. Nada de viento y arenas blancas. Hasta el mar estaba un poco agradable para bañarse. El agua es muy turbia y hay alguna medusa de vez en cuando, pero parecen inofensivas porque los niños las cogen con la mano.
Estaba tan a gusto que me dormi. Afortunadamente no me tuve que despertar, porque ellos se encargaron de hacerme un cariñoso montonín (parece que es algo internacional) y luego tirarme en el agua. Encantadores :).
Después de tanta playa el sol todavía no había desaparecido y pegaba justo en la puerta de mi habitación así que Pietro y yo decidimos que era el momento de tomarnos un aperitivo. Compramos un Martini y unas aceitunas griegas y nos sentamos a tomar lo que quedaba de sol. Fue un gran momento de relax. Apareció Tilman y le invitamos a conocer las famosas costumbres ítalo españolas.
Por fin llegó la hora de la cena. Para hoy, los húngaros habían preparado el dia húngaro y se pasaron gran parte de la tarde cocinando cosas extrañas. Colgaron una gran bandera en la cocina y todo el mundo se sentó expectante. La cena consistió en tres potas. Una con pollo al curry para mezclar con pasta, otra con un plato húngaro que parecía una especie de guiso de carne con tomate, pero que en realidad era pura páprika. Para terminar, un chile para aquellos cuyo estómago todavía resistía. A mí me encantó todo, el problema es que debo de ser un poco alérgico al picante y mi cara se puso a sudar como loca ante las risas de todo el mundo. Yo traté de explicar a Aron y a Xavi que me había gustado mucho la comida y que sólo era un problema externo, pero no sé si me habrán creído. Me fui a tomar el aire y una manzana para superarlo y luego me preparé para la fiesta que teníamos en la otra resi de Horsens. Resultó que la resi tenía en el ático una especie de gran bar y estaba repleto de estudiantes. Lo pasé realmente bien.
A eso de las 5 se hizo tarde y marchó todo el mundo. Sin embargo yo no pude acompañarles porque Xavi me había invitado a una cerveza en ese momento y no era plan de hacerle el feo así que me quedé con el en un sofá esperando a que Aron se ligase a una rusa. El problema fue que empezaron a entrar rusos con mala pinta en la habitación donde estábamos. Todo parecía más o menos normal hasta que uno pegó un puñetazo a la pared, dejando un auténtico agujero. Su amigo le imitó. Los dos estaban con la mano ensangrentada y mirando a ver quién estaba peor. Yo tenía un poco de miedo, pero Xavi me dijo que no me tenía porqué preocupar, puesto que el conocía a algunos rusos y sabía que era algo muy común entre ellos como forma de diversión… En fin, que estos rusos están un poco chiflados. Lo más divertido fue cuando después apareció un danés pidiendo explicaciones y los rusos con la mano ensangrentada trataban de explicarle que ellos no habían sido. Todo un espectáculo. Al final Aron ligó y Xavi y yo nos pudimos ir contentos para casa. Intentamos tomar prestada alguna bici, pero estaban todas candadas, incluso la bici de Tilman, que había decidido coger otra para volver a la resi.

2 comentarios:

Miguel dijo...

Jajaja, qué majetes! Espero que te hayan llegados las fotos del montonín que le hicimos a Javi el día de los fuegos. Oye, cómo va el tema por ahí? No empiezan ya a aparecer parejitas?

Alejandro Barata dijo...

SOY JUACO, ES QUE NO TENGO BLOC Y UTILIZO LA CLAVE DE BARATA
por fin descubri donde se ponen los comentarios!!!
Voy a ser muy educado, como michi.
Valla playas mas guapas, parece que estais teniendo buen tiempo.
Dentro de un mes cuando vaya pa la ribera Maya voy a hacer que me hagan a mi tamien la sirenita