De domingueros por Copenhague

Domingo, 4 de septiembre de 2005

Otro domingo madrugando para ir a Copenhague en plan turista. Quedé con Pietro en Osterport y fuimos a hacer otra visita a la sirenita. Creo que como no vaya un día en invierno por la noche va a ser imposible verla rodeada de turistas. Luego estuvimos viendo un poco el palacio real para terminar en el centro donde Pietro y demás italianos cogieron el barco de turistas. Como Helena y yo ya habíamos montado, nos fuimos a tomar el sol cerca de Black Diamond, la ampliación de la biblioteca. Es un edificio espectacular todo negro. El resto del día lo pasamos tirándonos por parques. Es una gozada escuchar jazz mientras estás tirado en la hierba verde tomando el sol.
Nos despedimos de Pietro y cía porque al día siguiente tenían que entregar un trabajo que no habían empezado y les esperaba una noche larga. Fui con Helena a otro parque completamente salvaje (parecía más bien un bosque) y estuvimos comiendo moras un buen rato. Para terminar me enseñó las embajadas que hay cerca de su casa: la de Canadá y a su lado la fortaleza de USA, después un cementerio y por último la rusa. Al parecer, durante la guerra fría, había manifestaciones siempre en esa manzana, aunque no siempre en la misma embajada. Me volvía para casa pero por el camino paré en un parque a ver el atardecer y saqué unas cuantas fotos melancólicas.