domingo, septiembre 11, 2005

El día de la bici

Jueves, 8 de septiembre de 2005

Día sin clase y soleado. ¿Qué mejor idea que ir con Philip hasta la famosa tienda de bicis a comprar una bici nueva? Quedamos a la 1 y no llegamos a casa hasta las 730, y sólo para comprar una bici!

Es que la cosa no fue tan fácil. Para empezar tardamos como media hora en llegar andando hasta la famosa tienda. Luego tuvimos que decidir el modelo. Había uno muy chulo en plan clásico, pero resulta que estaba agotado, así que tuvimos que comprar el famoso modelo (al menos entre los erasmus) greenfield. Fue un poco decepción, pero lo importante era que íbamos a tener una bici nueva por fin! También tuvimos que comprar las herramientas necesarias. Otra decepción fue ver que no te dan la bici en la propia tienda, sino que te dan un papel para que vayas a una nave próxima donde te dan una caja enorme. Buscamos un rincón adecuado y nos pusimos a montar. La cosa no era tan difícil como pensábamos, tuvimos algún problemilla, pero en una hora o así nos sacamos la foto oficial con nuestras nuevas bicis.
Estaban montadas, pero no tenían las ruedas hinchadas, así que teníamos que buscar la manera de hacerlo. Dejé a Philip afinando los últimos detalles y me fui en busca de la famosa bomba. Entré otra vez en la misma tienda y comprobé que las bombas estaban agotadas -¡Vaya decepción! – De la que salía de la tienda vi el estante de las pinturas así que decidí comprar un spray blanco para darle un toque más personal a mi nueva bici. Volví al sitio y me puse a pintar. Philip me decidió imitar. Volvió con un spray azul y con una bomba. Pero la bomba era para otro tipo de válvula, así que las bicis seguían como estaban. El resultado de la pintura no fue muy profesional, pero aun así era mejor que los colores horteras originales.
Visto que no había manera de hinchar la bomba nos fuimos a casa buscando tiendas por el camino, pero no hubo manera de encontrarla. Es realmente frustrante volver a casa con una bici nueva sin poder utilizarla, pero bueno, finalmente llegamos y la pudimos hinchar. La primera vuelta fue una maravilla. Después de haber usado mi bici súper vieja, esto era todo un lujo. Los cambios respondían a la primera y sentía como cada esfuerzo se transmitía en movimiento y no en crujidos, como ocurría con la anterior. Creo que los sufrimientos han terminado por fin.

No hay comentarios: