
Salí del aeropuerto y me puse a caminar para ver si llegaba hasta el mar (está en una isla). Después de alejarme de taxis y turistas, caminé a un lado de una carretera desierta de gente buscando el mar.
Encontré un pequeño puerto y busqué las rocas que me dejarían contemplar lo plano que el Báltico. Me senté y vi como en el horizonte se confundia completamente el día gris con el mar plato. Los aviones y los barcos se veían muy pequeños pero se movían.
Me encanta la sensación que tengo cada vez que me paro a pensar que este año es distinto. Es un año de novedad, de falta de responsabilidad, sólo conocer y aprender cosas nuevas.
Me encanta ser un bebé y abrir los ojos y aprender.

1 comentario:
Y a nosotros, o por lo menos a mí, nos encanta que nos hagas partícipes de tus experiencias.
Sigue disfrutando así.
Un besazo
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