Llegué al aeropuerto demasiado pronto. Una pérdida de tiempo podría pensar en cualquier día en Gijón con ciento de cosas en la cabeza por hacer. Pero este año es distinto. Tener una hora por delante para perder significa sonreir, encaminarme a otra nueva y pequeña aventura.
Salí del aeropuerto y me puse a caminar para ver si llegaba hasta el mar (está en una isla). Después de alejarme de taxis y turistas, caminé a un lado de una carretera desierta de gente buscando el mar.
Encontré un pequeño puerto y busqué las rocas que me dejarían contemplar lo plano que el Báltico. Me senté y vi como en el horizonte se confundia completamente el día gris con el mar plato. Los aviones y los barcos se veían muy pequeños pero se movían.
Me encanta la sensación que tengo cada vez que me paro a pensar que este año es distinto. Es un año de novedad, de falta de responsabilidad, sólo conocer y aprender cosas nuevas.
Me encanta ser un bebé y abrir los ojos y aprender.
lunes, mayo 01, 2006
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1 comentario:
Y a nosotros, o por lo menos a mí, nos encanta que nos hagas partícipes de tus experiencias.
Sigue disfrutando así.
Un besazo
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