Después de un viernes en el que presenté mi trabajo de Enero (con éxito) fui a la ciudad a buscar a Pietro y a su amiga Alexandra. Nos encontramos en un sitio de tapas y luego no pudimos hacer mucho más entre el cansancio generalizado y el colapso que había en el transporte por culpa de la nieve.
Pasamos unos ratos tranquilos comentando experiencias danesas y al día siguiente nos fuimos a Malmö, que nos acogería, por segunda vez, con un día espectacular. Creo que las fotos ayudarán un poco a ver qué se siente con tanta luz y tanta nieve (el frío no lo quiero compartir con nadie)
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