Me levanto para ir a clase y me encuentro al camión de Carlsberg preparando el fin de semana en Egmont. Ya no tengo fuerzas para tanta fiesta. Echo de menos la vida que introdujo Armando. Echo de menos a mi danesa. Soy tonto. 
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2 comentarios:
No te pongas negativo Jillo, seguro que danesas hay tantas como suecas o más!! :)
chusma:
acuerdese de sus frases y comentarios del estilo de "aqui uno se enamora varias veces al dia" o "habría que ser muy torpe para ligar en Dinamarca y que la chica no fuera preciosa"...
además, mientras como se supone que mis hijos saldrán pequeñinos, morenos y con flequillo... necesitarán amigos altos, nórdicos y con portentosa fuerza vikinga para que los defienda en el recreo de los hijos, por ejemplo, de fanjul y julito.
otro abrazo,
armando
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