Tácticas fallidas y telepatía

Domingo, 12 de marzo de 2006

Otra fiesta más. Ayer hubo concierto en Egmont y casi consigo engañar a una danesa para que me diese un beso de buenas noches. Utilicé la famosa táctica de Armando de fingir no saber abrir la puerta pero no funcionó esta vez.

Me fui a dormir un poco triste pero pasó una cosa que me dejó encantado: Picaron a mi puerta. Resulta que el novio de mi vecina estaba muy borracho y la estaba buscando. Comía bollos. En plan Javi Amado con la bolsa de pandíaz llena. Cuando me vio se dedicó a tirarme cachos de pan.

Esto ya lo he vivido antes con Hidro. Fue como si Hidro se hubiera introducido en el cuerpo del danés y le hubiera infligido su comportamiento.

Nunca me sentí tan en casa como ayer. Un abrazo muy especial para los zorros lectores.